Cueva del Indio
- Aixa Mariely Rodriguez
- 6 ene 2024
- 5 Min. de lectura

Con los años mis recuerdos de mi primera visita a este lugar se fueron borrando. Hace unos meses tuve la oportunidad de regresar a mi Puerto Rico. Esta vez capturé bellas experiencias y paisajes al otro lado de mi isla, al que no había conocido. Aunque Puerto Rico es relativamente pequeño al ser comparado con otros países, yo no conocía mucho de este pueblo. Nací y crecí en la costa del este. Me enamoré de este pueblo y es allí donde comenzó esta historia.
Arecibo es un pueblo de la costa norte de Puerto Rico. Queda ubicado a 80 kilómetros al oeste de la capital (San Juan). Se le conoce también al pueblo como la "villa del capitán Correa", quien fue un miembro de la armada que defendió a la isla de un ataque británico el 5 de agosto de 1702. La historia dice que unos buques ingleses llegaron a la costa. Correa estaba a cargo de defender de piratas o fuerzas extranjeras. Contaba con treinta hombres. La milicia puertorriqueña solo tenía machetes y lanzas, por el contrario sus contrincantes llevaban espadas y mosquetes (armas de fuego antiguas). Esto no detuvo la valentía de los puertorriqueños que defendieron el pueblo y derrotaron a los ingleses. Luego de aquella victoria Antonio de los Reyes Correa fue proclamado como héroe nacional puertorriqueño.
El tiempo que me quedé allí, Arecibo me abrumó con sus paisajes y su diversidad. Dormimos en una humilde casa antigua que alquilamos justo al frente del mar. Las condiciones del tiempo no fueron las mejores durante esos días pues una vaguada que estaba pasando por el país estuvo causando inundaciones y justo la noche que llegamos a hospedarnos nos quedamos sin energía eléctrica, pues unos fuertes vientos provocaron una avería en la casa. Todo estaba oscuro, y la verdad es que a Arecibo yo no le conocía, no estábamos seguros qué nos esperaría. Esperamos dos horas, pudieron arreglar el tendido eléctrico y nos fuimos a descansar aquella noche.
Al llegar la mañana, el sol nos visitó, y fue allí que me sorprendió su hermosura. Aunque el propósito del viaje a esta zona de la isla, no era de paseo, Dios nos regaló una hermosa estadía.
(Abajo la vista desde la ventana del balcón.)

Foto 1. La sencillez y decoración de la sala de la casa me encantó. Foto 2. En una pared tenían una artesanía con Pedro Albizu Campos (un nacionalista, independentista, patriota de la isla) Foto 3. Municipio de Arecibo Villa del Capitán Correa.
Estuvimos allí unos días, viajamos durante aquellos, a Lares, que era la misión en nuestro corazón. Trabajamos, pero también tuvimos momentos en los que estuvimos libres. La intención de nuestro viaje fue con un propósito espiritual. Nuestra Iglesia programó un viaje de misiones y ese era nuestro objetivo primordial. Pero esos momentos que tuvimos libres fueron programados por Dios también. Una tarde durante nuestra estadía tuvimos un tiempo libre y decidimos conocer un poco más de Arecibo y nos fuimos a visitar la Cueva del Indio.
A la entrada del lugar estaban unas personas que nos dijeron qué esperar al llegar al destino. Nos explicaron sobre los caminos y de una tal escalera que la naturaleza rompió. Ese día debido a la vaguada el oleaje estaba enseñoreado, así que nos recomendaron que tuviésemos cautela si deseábamos bajar a explorar los grabados en piedra de los indios.
Aunque no nos contaron la historia a cabalidad, se piensa que la cueva era un refugio de los aborígenes de esta zona. Fue allí que celebraban reuniones ceremoniales. Cada grabado en las rocas es un recuento de lo que ocurrido.
Al comienzo de la vereda nos encontramos con la silla inmensa típica de áreas turísticas y no nos resistimos al selfie.
(Foto abajo: el de las gafas oscuras es mi esposo, yo al centro, a la derecha nuestro hijo [a quien desde este viaje "lo adoptamos"] es nuestro hermano en la fe y amigo.)

Lo cierto es que a cada uno nos cobraron 10 dólares. Días después de haber visitado ese lugar una persona me dijo que no debían cobrar porque es un patrimonio puertorriqueño y que eso era ilegal. Los señores dijeron que ellos cuidaban el área porque a través de los años lamentablemente vándalos dañaban el lugar.
Mientras me acercaba al camino, me encantó ver la naturaleza típica de la costa pero me iba arrepintiendo de haberme ido en sandalias. Si te motivas alguna vez a ir a explorar este lugar te recomiendo que lleves agua, que sepas que vas a caminar por arena y rocas puntiagudas. Debes tomar las precauciones. Nosotros no sabíamos, mi esposo fue en "chanclas" y yo en sandalias "de viejita" (de esas ortopédicas que de nada ayudan cuando pisas un pico rocoso).
Entre contenta y nerviosa, así iba yo. Pero me dejó con la boca abierta aquella hermosura que poco a poco iba creciendo ante mis ojos y sólo era el comienzo.

Tienes que observar bien por dónde pisas porque hay orificios en el lugar menos esperado.

El mar estaba embravecido o se estaba luciendo, a mí me estaba convenciendo de que no me acercara mucho a la orilla. Estaba algo ventoso y sólo me retumbaban las palabras del señor que nos recibió, estábamos a merced de nuestro propio riesgo.
Conocí a una linda señora que esperaba paciente por su esposo que se atrevió a bajar a la cueva para ver los grabados de piedra. Su esposo, un turista americano, me dijo que fácilmente allá había que descender sobre más de 40 pies. Eso me asustó porque mi esposo en chanclas quería darse esa aventura. Literalmente me tocó orar para que mi esposo desistiera de la idea.
Seguimos explorando y el mar también se enamoró de mí como yo de él, me dio un beso...una ola me bautizó.

Llegamos a la cima de la montaña y nos encontramos con la mermelada del postre, un paisaje al que no le hacen justicia las fotos, ni los vídeos.

(Foto abajo) Vista desde el otro lado de la cima. A la derecha la famosa estatua del Nacimiento del Nuevo Mundo popularmente conocida como "la estatua de Colón" reconocida como la estatua más grande de América.

Y aunque no vi los petroglifos, se marcó en mi corazón para siempre la hermosura de Arecibo y aquella linda experiencia. Si vives o vas a Puerto Rico este es un lindo lugar para visitar. Ten en cuenta que tienes que subir un poco una montaña rocosa. Mis recomendaciones es que sigas las precauciones necesarias: número uno no te vayas en chancletas, verifica las condiciones de las marejadas y el tiempo.
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Gracias por visitar el blog Sin mentalidad de Cebolla y recuerda que el amor de Dios nunca termina para ti.
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"...«Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.»
1 Corintios 2:9 (Traducción en lenguaje actual)
Muy lind